A 9 años de la Ley de Identidad de Género

Eleva

Memoria, reparación histórica, acceso a la Justicia, derechos y garantías.

Se cumplen 9 años de la sanción de la Ley 26.743, ley pionera en el mundo al reconocer la identidad de género autopercibida como un derecho humano. La misma reconoce los siguientes derechos: trato digno, desarrollo personal conforme a la identidad de género, atención integral de la salud, cambio de género, imagén y nombre en el documento nacional de identidad, entre otros.

Existe en la sociedad un andamiaje de desigualdades y violencias que atraviesan las personas travestis, transexuales y transgénero, que se expresa en una cadena de discriminación, violencia y exclusión que comienza, en muchos casos, en la niñez.

Diversos organismos de Derechos Humanos señalan que la violencias ejercidas sobre la población LGTBI+ son la base de la desigualdad. El abandono de la escuela, muchas veces, producto de la discriminación; el ingreso a la prostitución como sostén económico ya que existe la exclusión en el mercado laboral; la falta de acceso al sistema de Salud y a la Justicia, el continuo sometimiento a la violencia institucional por parte de las Policías, -y, en otra instancia, del Sistema Penitenciario.

Como fruto de las distintas luchas de las organizaciones colectivas travestis y trans se ha ganado la ampliación de derechos y la puesta en marcha de distintas políticas públicas en favor de acceder a más condiciones de igualdad de oportunidades.

Asi como hace 9 años se consiguió la Ley de Identidad de género, el 4 de septiembre pasado, es presidente Alberto Fernández firmó el decreto 721/2020 que establece el Cupo Laboral Travesti Trans en el sector público, que garantiza un mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero, en un hecho histórico que busca reparar una desigualdad estructural que existe en la sociedad respecto a la población travesti trans.

Con respecto a este decreto, la titular de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Alba Rueda, afirmó que “las trayectorias de vida de las personas travestis, transexuales y transgéneros están atravesadas por la estigmatización, la criminalización y la patologización sistemática, tanto de la sociedad como en las instituciones; para nosotras es central transformar el patrón estructural de desigualdad que perpetúa la exclusión. Esta es una medida fundamental que implementa nuestro gobierno, y es acorde a la demanda social de las personas travestis y trans, puesto que es uno de los sectores más postergados de nuestra sociedad debido a sistemáticas prácticas discriminatorias”.

El decreto estipula que, para asegurar el cumplimiento del Cupo Laboral Travesti Trans, se hará una reserva de puestos de trabajo, en cualquiera de las modalidades de contratación, que podrán ser alcanzados por travestis y trans, sin ser requisito que hayan realizado o no la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen en su DNI.

A su vez, la normativa establece mecanismos para garantizar que las personas aspirantes a los puestos de trabajo puedan completar sus estudios, en los casos que los tengan incompletos, de modo de cumplir con la normativa vigente en el empleo público en materia de formación educativa obligatoria. Finalmente, destaca el hecho que el Decreto establece capacitaciones orientadas a las autoridades y el personal del Poder Ejecutivo Nacional, para asegurar que la inclusión en los puestos de trabajo del sector público se realice en condiciones de respeto a la identidad y expresión de género de las personas.

Como espacio se celebra la ampliación de derechos tanto en espacios públicos como privados que aboguen por la progresividad de los derechos de personas trans, aún más en este contexto sanitario que fragilizó aún más a la calidad de vida de los sectores postergados.

En esta misma línea, exigimos nuevamente el refuerzo de la búsqueda de Tehuel, un joven trans que el pasado 11 de marzo salió de su casa hacia una supuesta reunión por una oferta laboral y nunca volvió.